El 26 de julio de 1985 se encontraron tres cráneos correspondientes a niños recién nacidos en la comuna de Queilen sector, Aituy por obreros. El resto de los cuerpos nunca fueron hallados. Sólo las calaveras resistieron el paso del tiempo. Cuenta un obrero del MOP, Oscar Cufe, quien advirtió la presencia de las osamentas decapitadas, deteniendo las obras para dar aviso a Carabineros, luego se descubrieron nuevas osamentas, ambos correspondían a neonatos.Mientras, la comunidad se moviliza, depositando ofrendas, cruces y velas en la zona de los hechos, superando el horror desatado en Chiloé por las osamentas decapitadas.
Todavía corre el año 1985 y la partera del pueblo, Uldecinda Mancilla, concede una entrevista al diario La Cruz del Sur. La mujer rompe su largo silencio y asegura que los restos de los bebes encontrados correspondían a niños diablos, también muestra algunos bocetos dibujados por Bruno Kulczewski, donde se gráfica la anatomía de los bebés degollados: las criaturas tenían cachos detrás de la nuca, seis dedos en las manos, siete dedos en los pies e incluso largas colas, lo que según la lógica del cura justificaba su eliminación sin consultar a sus progenitoras. Además, confiesa haber asistido a una seguidilla de matanzas post parto, todas ejecutadas por un antiguo sacerdote polaco residente en Chiloé, capilla de Aituy, conocido por todos los isleños como el padre Bruno Kulczewski, encontrando bajo el altar donde oficio misas por 20 años, una caja que contenia diversos documentos y bocetos de los bebes muertos y estudios sobre los mitos en torno al Trauco, sin duda el sacerdote pretendia erradicar el demonio del pueblo, quien se presento en el mitico Trauco, para dejar su descendencia, lo que motivo la seguillida de muertes, o sacrificios realizados por Kulczewski a los recien nacidos.

Los Dibujos de Bruno Kulczewski

Dibujos encontrados en la Iglesia de Aituy.
Mito o Realidad?